Son tiempos difíciles a nivel mundial. Estamos inmersos en una situación de salud que ataca a todos por igual. Muchos sienten temor otros enojo y algunos indiferencia. En este tiempo difícil hay quienes corren al supermercado para comprar y sobre abastecerse de todos los productos básicos “En caso que todo se acabe y no se pueda comprar nada”, otros hacen caso omiso a las direcciones que dan las autoridades y deciden tomar un paseo porque “en este momento no hay gente, se puede disfrutar la playa.”
Hay personas trabajando desde casa otras encerradas a cuenta de vacaciones. Hay quienes no gozan de estas medidas preventivas, pues tienen que ganarse el pan del día a día y no cruza por su mente quedarse en casa porque tienen que comer.
Unos se quedan en casa para proteger a su familia y otros salen de casa de igual forma por el bien de su familia.
Esto es lo que enfrentamos, esto es lo que vivimos hoy en día. Independientemente de nuestra circunstancia hay algo que no es opcional y es nuestra forma de afrontar y conducirnos como cristianos ante esta crisis global.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33
Evidenciando que Cristo vive en mi.
Dicen que la crisis saca lo peor de las personas, que en los momentos difíciles se ve de que estamos hechos. Cualquiera puede respaldar estas frases con las imágenes que han salido en los últimos días El egoísmo, la insensatez, la ira, el temor, la critica, la codicia; un sin fin de cosas negativas son lo habitual en nuestro mundo. Pero, ¿Qué hay de los cristianos? ¿No somos nosotros los llamados a mostrar una cara distinta? ¿No somos nosotros los embajadores del Reino de Dios? La respuesta es sí.
Es en el tiempo de crisis cuando nuestra confianza en El Señor debe sobreponerse al temor, cuando el amor debe vencer al odio que divide y destruye, cuando la generosidad da esperanza a aquellos en necesidad, cuando la verdad e integridad vencen los intereses egoístas, cuando experimentamos la paz que sobrepasa todo entendimiento, cuando el carácter de Cristo se hace evidente en nuestras obras y palabras.
Somos luz en medio de la oscuridad, hemos sido llamados a impactar el mundo cuando este más lo necesita.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5:14-16
Que alumbre nuestra luz, que sea tan radiante que no se pueda negar que Cristo vive en nosotros. Que cada acción y cada palabra sean una oportunidad para que aquellos que no le conocen se acerquen a aquel que nos rescató. Que nuestras redes sociales lleven un mensaje de esperanza que glorifiquen a Cristo.
Oremos por aquellos que tienen necesidad, oremos por los que están desesperados, oremos por los que se arriesgan día a día para dar lo esencial a los que aman, oremos por aquellos que han perdido a sus seres queridos durante esta crisis y oremos por oportunidades para ser Sus Manos y Pies a donde El nos lleve.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Juan 13:35