Sin lugar a duda la vida puede ser difícil. Creo que esa es la única certeza que tenemos en esta vida. Habrá tiempos difíciles. Jesús mismo dejó claro a sus discípulos cual debería ser la expectativa.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
Los últimos meses han sido difíciles. Empezando por la necesidad de una cirugía y el fallecimiento de un ser querido. Probablemente podemos hacer una lista de todas las difícultades por las que hemos pasado o bien que han pasado las personas que nos rodean y amamos. Pero, esta no es la razón de este pequeño mensaje. Es para recordarte de la gracia y la misericordia de Dios.
En serio desearía que no hubiesen momentos difíciles, pero cada temporada difícil construye nuestro carácter y nos permite ver y experimentar las promesas de Dios en nuestra propia vida. Nuestra esperanza es que en medio de la dificultad Dios nunca nos dejará, se mantendrá fiel y nunca dejará que caminemos estas temporadas en soledad.
“Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.” Salmo 23:4